A lo largo de la extensa geografía argentina es posible encontrar algunos viejos hoteles que perduran como mudos y fantasmales testigos de sueños frustrados, planes fracasados e ilusiones no concretadas. Son los hoteles fantasma de los caminos argentinos. Algunos aun reciben a turistas curiosos, pero la mayoría yace en ruinas, abandonados, muertos, silenciosos. Hagan sonar las campanillas de sus conserjerías, abran sus puertas, recorran sus pasillos, escuchen los murmullos de sus habitaciones silenciosas. Bienvenidos. Los hoteles fantasma de los caminos argentinos aun esperan visitas. Que disfruten de su estadía.